En óptica, es el punto en el que convergen los rayos de luz tras una refracción o reflexión y, por consiguiente, aquel en el que se producirá una imagen nítida.
En óptica, punto en el que convergen los rayos de luz tras una refracción o reflexión y, por consiguiente, aquel en el que se producirá una imagen nítida. Dado que las diferentes longitudes de onda se refractan de forma diferente, una lente no será capaz de concentrar todos los colores en un mismo punto, lo que produce un pequeño desenfoque. Los espejos no experimentan este problema.
Dado que las diferentes longitudes de onda se refractan de forma diferente, una lente no será capaz de concentrar todos los colores en un mismo punto, lo que produce un pequeño desenfoque. Los espejos no experimentan este problema.